YA SE VE EL FINAL

Sí, ya se ve el final. Cuatro meses, tres países, mucha gente nueva y unas cuantas personas. Ha sido tan intenso y he aprendido tanto de cosas que tan poco imaginaba que creo que tardare un tiempo en asimilar este gran cúmulo de sensaciones. Muchas sensaciones en muy poco tiempo. Y quiero recordarlas todas, las dulces, las amargas, las que me han hecho pensar, las que me han hecho sentir mas persona, las que no…

Cuesta abrir la mente y no subestimar según que cosas porque, a veces,nuestros prejuicios no nos dejan absorber las experiencias como una esponja. 

Me hacia ilusión ir a una de las mejores “business school” europeas como si codearme con el tipo de gente que estudia ahí fuera la panacea y me fuera a inspirar que subieran tanto o cuanto. Gente me ha podido enseñar cosas que ya están escritas en los libros, muchos corazones vacíos de sueños e ilusiones y aficiones cultivadas al son del ritmo frenético de una vida social demostrable. Aprender de los errores de los demás una vez te has dado cuenta de los tuyos siempre es muy productivo y te ahorra muchos dolores de cabeza… La verdad es que yo algún día también pensé que iba a ser feliz con ese camino, trabajar, ascender y llegar hasta arriba a expensas de sacrificar algunos de mis sueños y muchos de mis valores. No era totalmente consciente de que pensaba eso pero así era. No todo es ni blanco ni negro, pero ahora como mínimo tengo mucho mas claro que antes que no estoy dispuesta a ser “una esclava” , el sentimiento de libertad es demasiado grato.

He aprendido a vivir despacio, quiero creer que nunca más viviré con esa agobiante sensación de tener mil cosas que hacer. Una gran lección que me ha enseñado esta ciudad que empecé a hacer mía en el momento en el que empecé realmente a tomármelo todo con mas calma , a entender el arte, a escuchar la música, a sentirme mas persona por vivir en un campus rodeado de bosques ,a levantarme porque el sol entraba por la ventana, a irme a correr alrededor del lago con todo nevado, a dedicarme tiempo para hacer deporte y comer bien, a las noches de conciertos de jazz, a conocer a Ibsen a Munch y a sus genios, a escuchar y observar antes de hablar… y ahora que se ve el final veo el montón de cosas que me gustaría hacer si estubiera aquí mas tiempo, el montón de oportunidades que me he dejado escapar y me prometo aprender de ello. Aprender a vivir despacio tiene más implicaciones que el sentido estricto de la frase a simple vista.

Me quedo con una canción que tiempo atrás me hubiera recordado a tiempos de mi adolescencia.

 

Summer Of ’69

I got my first real six-string
Bought it at the five-and-dime
Played it til my fingers bled
It was the summer of ’69

 

Me and some guys from school
Had a band and we tried real hard
Jimmy quit and Jody got married
I shoulda known we’d never get far

 

Oh when I look back now
That summer seemed to last forever
And if I had the choice
Ya – I’d always wanna be there
Those were the best days of my life

 

Ain’t no use in complainin’
When you got a job to do
Spent my evenin’s down at the drive-in
And that’s when I met you

 

 

Standin’ on your Mama’s porch
You told me that you’d wait forever
Oh and when you held my hand
I knew that it was now or never
Those were the best days of my life
Back in the summer of ’69

Man we were killin’ time
We were young and restless
We needed to unwind
I guess nothin’ can last forever – forever, no

 

And now the times are changin’
Look at everything that’s come and gone
Sometimes when I play that old six-string
I think about ya wonder what went wrong

 

Standin’ on your Mama’s porch
You told me it would last forever
Oh the way you held my hand
I knew that it was now or never
Those were the best days of my life
Back in the summer of ’69

 

 

“El mejor verano de mi vida que parecía durar para siempre” en otros tiempos esto me hubiera llevado a sentir melancolía por todos aquellos tiempos que fueron mejores, la locura de esa despreocupación, de ese sentimiento tan fuerte de hacer realidad todas tus ilusiones. Y ahora me recuerda aquí y ahora, queriendo aprender a vivir así.
Un final siempre implica un principio.